Las enfermedades con más prevalencia en la edad escolar son la caries, la erosión dental y las maloclusiones o defectos en la mordida. Todas, mejoran su pronóstico mientras más temprano se las detecte.
Si los niños presentan alteraciones como la caries, pueden tener dolor y, por lo tanto, dificultad para alimentarse, falta de atención en clase, y en casos más severos, desnutrición y complicaciones por infecciones dentarias que deben tratarse con internación en los casos más extremos. Es muy importante tener en cuenta las medidas preventivas: la higiene bucal, la alimentación saludable y el control odontológico periódico.
La higiene bucal se centra en el uso del cepillo dental y una pasta dental con adecuado contenido de flúor. A partir de los 10 años, el cepillo debe angularse, posicionando las cerdas en ángulo de 45 grados hacia la unión de la encía con el diente (Técnica de Bass) lugar donde habitualmente se acumula la placa bacteriana.
Ni buenos ni malos
La nutrición juega un papel fundamental para la salud de la boca. La elección de los alimentos tiene que ver con las características biológicas individuales de cada individuo pero está condicionada en gran medida por el estilo de vida, las costumbres familiares o de la comunidad. También, el nivel socioeconómico y la aplicación de programas educativos por parte de los servicios de salud. La escuela es un ámbito propicio desde el cual se pueden llevar a cabo acciones de prevención contra las enfermedades asociadas a mala alimentación, como la obesidad (una enfermedad cada vez más prevalente en la infancia), la caries y otras. La elección de una merienda saludable para los niños es difícil, ya que cuando existen tiendas dentro de las escuelas, las golosinas ganan al propósito de ingerir algo nutritivo. La prohibición de determinados alimentos u oferta de meriendas saludables no es suficiente para impulsar buenos hábitos nutricionales, se necesita educación alimentaria. No se debe clasificar a los alimentos como “buenos y malos” sino enseñar a los niños a comer todos los alimentos con frecuencia y en cantidad adecuada; todos los alimentos tienen un lugar en la dieta total.
Hay alimentos naturales y otros de fácil realización que se pueden expender, entre ellos: frutas (enteras o en ensalada, frescas o secas), palomitas saladas, cereal con edulcorante, flan, gelatina, postres lácteos, yogurt, semillas de girasol, granolas compradas o caseras, y complementos (semillas, frutas secas) y bebidas saludables: agua, jugos naturales, licuados con edulcorante.
Control
Es importante el control semestral de los niños en edad escolar, ya que el avance de las enfermedades bucodentales es más rápido en esa etapa de la vida.