Muchas veces en el hogar son los niños quienes imponen las reglas y los padres los encargados de cumplirlas al pie de la letra. Transfiriéndose esto también al consultorio dental.
Esta conducta la vemos muy frecuentemente en la practica odontopediatrica, en la que el niño hace todo lo posible para evadir el tratamiento dental y salir del consultorio, y en muchas ocasiones victoriosos por el consentimiento de los papas.
Estos niños que buscan imponer su voluntad piensan que los demás deben estar a su servicio, manipulan a los padres emocionalmente, los hacen pasar malos ratos con berrinches, amenazas, insultos, chantajes emocionales y hasta agresiones físicas hasta conseguir su propósito.
Es importante que el niño pase por lo que se denomina castración primaria, la cual consiste en que se dé cuenta que los padres no son parte de su cuerpo y por tanto no los puede manejar a su antojo. Que por el contrario, debe entender que son ellos quienes manejan las situaciones aunque eso no sea de su agrado.
En la consulta odontopediatrica son muchas las ocasiones en que se les pide a los papas que dejen al niño solo, y hay una gran resistencia a ello, esta recomendación es a partir de los 4 años, en niños pequeños menores de 3 años es importante que estén los padres presentes.
La separación es una política que elimina muchos problemas de conducta en el curso del tratamiento dental.
Existen dos eventos negativos dentro de la consulta ocasionada por los padres, Primero ,los padres generalmente están ansiosos de que sus hijos sean buenos pacientes y puedan instintivamente repetir las órdenes del odontopediatra, ciertamente esto hecho inconscientemente, pero esto puede ser ignorado por los padres creando interferencias en la comunicación odontopediatra-niño. Segundo, las interrupciones hechas por los padres en la consulta estorban en la relación que trata entablar el odontopediatra con el niño. De esto podemos concluir que de llegar a estar presentes los padres en la consulta deben ser un apoyo para sus hijos, mas sin embargo, el niño solo puede recibir comunicación de una sola fuente y los padres solo son observadores. Tercero, las conversaciones inintencionadas prolongadas entre el odontopediatra y los padres dentro de la consulta, excluyendo al niño, hace que el odontopediatra sea menos eficiente, esta perdida de eficiencia puede afectar adversamente la conducta de control del niño.
El Odontopediatra necesita la atención individual del niño. En muchos casos, esto es imposible si un padre está presente.
Cuando un niño se sale de control en la consulta dental, donde el niño por su mala conducta quiere evadir el tratamiento, los padres deben tomar medidas que permitan modificar estas conductas inadecuadas que más que favorecer a la autonomía del niño lo están convirtiendo en un ser que depende de otros para lograr sus deseos, ya que no es capaz de hacerlo por sí mismo.
Una recomendación para modificar las conductas en los niños es que en el tiempo que los niños están en casa, sobre todo durante las vacaciones que es la temporada en la que pasan mayor tiempo en el hogar, no debe ser tan diferente a la escuela en lo referente a asumir responsabilidades ya que éstas las encontrará en las diferentes etapas de su vida.
Al asumir responsabilidades, los niños se sentirán mucho más libres en su conducta porque tendrán tareas determinadas que cumplir, es decir una vida más organizada y dirigida, lo que le permitirá adquirir el sentido del orden.
En el consultorio dental las razones por las que un odontopediatra pide a los papas salir del tratamiento dental es por las siguientes razones:
- Los padres repiten ordenes, volviéndose una barrera para el desarrollo de simpatía entre el odontopediatra y el niño.
- Algunos padres pueden ser muy desconfiados para causar gran aprehensión en el niño en lugar de proveer un soporte apropiado
- Los padres le dan ordenes al niño volviendo una barrera para el desarrollo de simpatía entre el dentista y el niño.
- El odontopediatra es incapaz de usar entonación de voz en la presencia del padre debido a que se ofenden.
- El niño divide la atención entre el padre y el odontopediatra.
- El odontopediatra divide la atención entre el padre y el niño.
Todo esto es importante de analizar, sobretodo para aquellos papas que son fácilmente manipulados por sus hijos para evadir el tratamiento dental.
En mi experiencia muchas han sido los casos en el que el niño entra solo a su consulta dental, y conserva una muy buena conducta, pero solo entran los padres en medio del tratamiento y el niño comienza a llorar, a moverse, a quererse levantar o agarrar la mano de la madre, y los padres responden a ello cayendo en la manipulación del niño, haciendo preguntas como ¿Te duele?, quieres mas anestesia?, te anestesiaron?, doctora- le esta doliendo- ¿lo/a inyecto?, interfiriendo en todo el trabajo de manejo de la conducta del niño que hubo desde un inicio, y alterando el que el tratamiento se lleve a buen termino.
El poder de los niños sobre sus padres es enorme, y es comprensible, pero hay que marcar limites y crear reglas, el odontopediatra tiene la experiencia necesaria para determinar que niño puede o no entrar solo a su consulta, y siempre bajo el consentimiento de los padres y previa explicación del porque es importante dejar solos a los niños. El odontopediatra también entiende que hay excepciones a la regla y que hay que establecer políticas para cuando los padres entran a la consulta dental con su hijo.
